HECTOR HERNANDEZ PARRA
Ha transcurrido el primer mes en las administraciones municipales veracruzanas. Las tomas de posesión, las designaciones de personal y el proceso entrega-recepción, han sido momentos que generaron expectación, sorpresa y desencanto.
La ciudadanía desea conocer como se recibieron las administraciones, la magnitud de los quebrantos en las tesorerías, las deudas heredadas, conocer finalmente el documento que servirá de base para llamar a cuentas a quienes derrocharon el tesoro público.
El castigo, algún asomo de justicia que oriente la voluntad popular que
una vez más se encuentra de frente para decidir en cinco procesos electorales a
quien confiar el rumbo de los destinos en los asuntos públicos.
En municipios como Xico, observamos que la conformación del cabildo no
le dará a la alcaldesa la certeza de un gobierno terso, y como primer golpe,
desde el discurso de toma de posesión,
anunció las obras que se habrán de desarrollar, haciendo a un lado la
opinión de los demás ediles.
En Xalapa, los problemas inician con el reparto de las comisiones
edilicias, el desdén presidencial hacia los profesionistas y universitarios
locales, en una invitación a servidores públicos foráneos y cuya justificación
fue que en Xalapa no existían los
perfiles necesarios para administrar el municipio.
La razón sale a flote cuando se descubre que existe una serie de
inconsistencias de hasta 20 millones de pesos en el Proyecto del Presupuesto de
Egresos del orden de los 20 millones de
pesos, situación que ha sido el motivo para solicitar la destitución del recién
llegado tesorero.
Tan solo estos dos ejemplos, son indicadores de la necesidad de conocimiento
y firmeza que es vital desarrollar en las administraciones municipales, para
evitar desviar recursos públicos hacia campañas políticas.
A la ciudadanía, el mensaje y disposición para perseguir y señalar a
aquellos que ya conocemos que hacen y como se comportan.Contacto hectorhernandezparra77@gmail.com
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